miércoles, septiembre 06, 2006

 





Viernes 18 de agosto de 2006 (Battambang - Wat Phnom Sampeau - Wat Ek Phnom - Battambang)





Amanecimos en Battambang. Víctor anunció que no podríamos hacer la visita prevista al templo Phnom Prasat Bannan debido a que la carretera de acceso estaba inundada por las lluvias.

Fuimos por otra carretera en muy mal estado, para visitar el templo Phnom Sampeau, y para ocupar el tiempo visitamos por el camino una fábrica de ladrillos artesanales.


Continuamos la ruta para visitar el templo Phnom Sampeau. Hubo que subir un poco por una colina. Antes de llegar arriba vimos una cueva con numerosos cráneos, de algunas de las víctimas de los jemeres rojos.

Hacía mucho calor en la subida. Nos acompañaban un montón de niños que hacían de guías, y nos abanicaban constantemente. Empezamos a abanicarles nosotros también a ellos y se descontrolaron un poco.


Recorrimos el templo, y al rato vimos desde lo alto como se acercaba una tormenta, así que empezamos a bajar y enseguida empezó a llover. Nos dimos prisa antes de que aumentase el aguacero y llegamos a autobús a lo justo. A Gabriel, Manuel, Carmen y Enrique les pilló a medio camino y tuvieron que esperar a que pasara un poco.





Ya abajo, visitamos una pagoda preciosa, recién pintada.




Seguía lloviendo, aunque también hacía calor. No sabíamos si estábamos mojados por el sudor o por la lluvia.

Luego, fuimos a visitar otro templo, el llamado Wat Ek Phnom.

Finalmente, fuimos a realizar otra actividad divertidísima, que nos encantó, además el tiempo mejoró y acompañaba: se trata del tren de bambú, único en el mundo. Suele ir desde Battambang hasta Phnom Penh. No es más que una plataforma de bambú con ruedas y un motor, que circula por las vías del tren. Dimos un paseíto muy agradable, algunos niños vinieron con nosotros. A mitad del recorrido nos encontramos de frente con otro tren de bambú, así que como tienen por norma que el menos cargado debe dejar paso al otro y nosotros éramos más, pues nos paramos todos, (claro, o chocaríamos) y ellos desmontaron en un pis pas su artefacto y nos dejaron pasar. Fue genial. El trayecto duró 20 minutos, ida y vuelta. El paisaje era precioso: los arrozales verdes se extendían a ambos lados de la vía, así como palmeras y laguitos. Costó 10$ cada tren, en el que cabíamos 10 personas. Al bajarnos en el pueblo charlamos con los lugareños e hicimos fotos.



















"Gasolineras" como la de la izquierda estaban por todas partes. Eran ilegales, y esta en concreto estaba junto a una de verdad, y sin complejos!
Tras esta excursión tan divertida, volvimos al hotel y salimos de nuevo a cenar.





Repetimos en el White Rose porque nos encantó. Esta vez no sentamos en las mesas de fuera, porque casi todo el grupo está allí, pero nos gustó más cenar dentro la noche anterior, con esas sillas de madera tan preciosas, típicas de la zona. Además se estaba más tranquilo, que fuera no paraban de venir a pedirnos los restos de la cena algunos pandilleros que rondaban por allí.

Regresamos al hotel todos juntos, esta vez con linternas, aunque ya estaba todo el pavimento casi seco.


This page is powered by Blogger. Isn't yours?