sábado, septiembre 16, 2006

 



Domingo 20 de agosto de 2006 (Siem Reap - Angkor: Angkor Wat y Angkor Thom: Bayon, Terraza de los Elefantes y Terraza del Rey Leproso - Siem Reap)



Ese día nos levantamos dispuestos a disfrutar de uno de los platos fuertes de este viaje: la visita a Angkor, que significa "Ciudad Sagrada". Fue la capital del imperio Khmer y tuvo su origen en los años 810-850 d.C. durante el reinado de Jayavarman II. Estaba destinado al culto a deidades hidúes. Su esplendor duró hasta aproximadamente el año 1225.

En la zona vivían aproximadamente 1 millón de personas, para las que se construyeron las infraestructuras suficientes para vivir, como depósitos de agua que anegaban las terrazas de arroz.

El imperio Khmer ocupaba una gran parte de la península de Indochina, lo que hoy es Laos, Tailandia, Vietnam y Camboya. Todo el conjunto arquitectónico tiene una extensión de 400 km2. Está formado por un conjunto de templos monumentales, joya del arte hindú. Actualmente Agkor está considerada por la UNESCO patrimonio de la humanidad. Los principales grupos de templos son: Ta Prom, Angkor Tom y Angkor Wat. Los más antiguos fueron construidos con ladrillo, más tarde emplearon una piedra barrosa coloreada llamada laterita, y los más recientes son de arenisca. Angkor estuvo escondida en medio de la selva durante siglos, hasta que en el año 1860 la descubrieron unos misioneros franceses.

http://es.wikipedia.org/wiki/Angkor_Wat

Tras un buen desayuno, salimos en autobús con el grupo. La ciudad sagrada está como a diez kilómetros de Siem Reap, así que llegamos enseguida. Hacía mucho calor, y más que haría más tarde, así que nos preparamos con ropa ligera, manga y pantalones largos, y bien cubiertos, con gorras y paraguas.

La entrada para tres días cuesta 40$, aunque nosotros sólo pudimos usarla dos. Hay que llevar una foto y tener cuidado de no perder ni olvidar la tarjeta de entrada, ya que te la piden con frecuencia y si no la llevas te ponen una fuerte multa. Nada más entrar, nos quedamos perplejos al ver el buen estado en que se encuentran los edificios, rodeados de una exhuberante vegetación.

Siguiendo los consejos de Proust entramos por la puerta este y visitamos primero Angkor Wat, de esa forma no nos encontramos con mucha gente, aunque sí con muchos niños vendiendo, que nos acompañaron hasta lo que parecía el límite de lo permitido para ellos. Está dedicado al dios hindú Visnu, construido entre los años 1131 y 1150 d.C.







Si nos impresionó el exterior de este templo, que es el más característico y el que aparece en todo lo que se refiere a Camboya, más impresionante fue el interior, repleto de bajorrelieves con narraciones y descripciones inspiradas en el Ramayana.

Luego fuimos a comer a un chiringuito de los alrededores.












Después fuimos a Angkor Thom y visitamos Bayon, construido exactamente en el centro de la Ciudad Sagrada. Está formado por 4 enormes cabezas esculpidas en piedra, que se supone representan al ray Jayavarman, en cuyo reinado se construyó este templo, en el siglo XII, y rodeadas a su vez por 54 torres con 4 sonrientes caras esculpidas cada una. Tiene un foso de 100 metros de profundidad y 12 km. de extensión.



Sin duda fue el momento de más calor del día. Tuvimos que sentarnos varias veces a la sombra para poder continuar. Claro que no había más visitantes que nosotros, en ese momento.

Más tarde fuimos a la Terraza de los Elefantes, también del siglo XII. Mide 350 metros de ancho, y está decorada con numerosas tallas de elefantes representando escenas de caza. Desde esta plataforma los reyes y su corte podían ver los desfiles militares.

También visitamos la terraza del Rey Leproso, del siglo XII. Es una plataforma que tiene en lo alto una estatua de este rey, llamado Yama, el Rey y Juez de la Muerte, conocido también como Jayavarman VII. Tiene un impresionante pasillo con muros a ambos lados completamente cubiertos de relieves.



















Sobre las 5 regresamos a Angkor Wat para ver la puesta de sol, que resultó espectacular, con todo el templo reflejándose en el lago que está delante de él, todo iluminado con una preciosa luz rojiza. Completaba el escenario un caballo que se acercó a beber a orillas del lago, en medio del crepúsculo, al cual hicimos montones de fotos, parecía que posaba.

Regresamos al hotel, agotados por el calor, pero encantados por lo que habíamos visto ese día.
Yo me dí un chapuzón en la piscina, coincidiendo allí con Luismi, María, Belén, Carmen y Pilar, y Jose nos hizo fotos en plan vedettes acuáticas.

Bonito día. Tan cansados estábamos, que cenamos en el hotel.

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?